El documento resume una encuesta sobre la percepción en España respecto a las alternativas al tabaco convencional (productos de riesgo reducido). La mayoría de la población no considera prioritaria su regulación, situándola detrás de temas como la salud mental. Existe un alto desconocimiento sobre estos productos, especialmente entre mujeres y mayores de 55 años. Quienes los usan los ven como una vía para dejar de fumar más que como una puerta de entrada al tabaco. Se demanda más información y se cuestiona la efectividad de algunas medidas regulatorias, como prohibir sabores o limitar la nicotina. Además, se aboga por una regulación coordinada con la UE.

Resultados de la encuesta